4 días en Islandia. La tierra del fuego y el hielo

Hielo y fuego. Dos palabras que describen a Islandia. Es un país ubicado en el norte del planeta, entre América y Europa, aunque se considera como país europeo. Tiene aproximadamente 130 volcanes, de los cuales solo están activos 30; es por esto que la energía de este país es de origen geotérmico. Al mismo tiempo, cuenta con aproximadamente 400 glaciares. ¡Qué contraste!, ¿no?

Islandia es tierra vikinga. De hecho, el islandés actual es bastante similar al vikingo antiguo; las sagas escritas por los vikingos se pueden leer hoy en día (si hablas islandés).

Islandia es reconocido por ser el país que más libros lee por año (per capita). En cada local al que entres, notarás que hay pequeños cuartitos de lectura para niños; para los islandeces, la lectura es simplemente un hábito adquirido desde niños.

Islandia es bien conocido por ser un destino estrella para ver las auroras boreales. La mejor época para ir, es entre octubre y marzo. Sin embargo, nada te garantiza poder verlas, porque se tienen que cumplir los siguientes factores:
  • Pocas o ninguna nube
  • Oscuridad (que en los meses de primavera y verano, es escasa)
  • Alta actividad solar/geomagnética (Hay aplicaciones como My Aurora, donde se puede ver el pronóstico KP estimado)
Para verlas, hay que estar pendiente del cielo. El ojo humano percibe con menor intensidad las luces, por lo tanto usar una cámara (puede ser de celular) ayuda para detectarlas con anticipación.

Cosas importantes para tener en cuenta:
  • El enchufe es el mismo que se usa en España, Francia, Alemania, Bélgica.
  • La moneda oficial son las Coronas Islandesas (IKC).
  • No se necesita el efectivo, absolutamente todo puede ser pagado con tarjeta.
  • Hay que tener en cuenta las horas de luz que se tienen dependiendo de la época del año. Este país puede tener sol a la media noche, o días enteros sin que salga el sol, dependiendo de la estación.
  • En Islandia todo es costoso. Hay que hacerse a la idea que no es un viaje barato, y nunca lo será. La mayoría de sus productos son importados, ya que las cambiantes y difíciles condiciones meteorológicas hace que no crezcan muchos productos en sus tierras.

  • Lo mejor es alquilar un carro para recorrer el país. El transporte público es escaso y las distancias son enormes. En todo el recorrido nos gastamos €142 en gasolina y no hay peajes. Por parqueadero solo tuvimos que pagar dos veces y eran menos de €10.
  • Se siente bastante frío porque hace mucho viento. Esto mismo hace que salga el sol y en 3 minutos empiece a llover. Hay que ir preparados para todo.
  • Hay que llevar botas todo terreno para caminar. Ojalá impermeables. Los tenis de correr NO serán buena idea.
  • Quedarse menos de 4 días es demasiado poco. Quedarse 10 días es suficiente para ver toda la isla.
  • Las actividades para hacer en verano o invierno son diferentes. Revisa qué te interesa más para escoger la época del año apropiada para lo que buscas.
  • Hay que probar si o si los perros calientes islandeses. No tienen muchos ingredientes, pero son famosos, están ricos y son a buen precio (considerando lo caro que es el país en general).
  • Si pasan por Selfoss, comerse un helado tipo Bragdarefur, que es como un Mc Flurry islandés, nosotros nos lo comimos en Ísbúð Huppu.
  • Es recomendable comprar con anticipación la entrada al Blue Lagoon, se puede hacer desde su página web.
  • Fue muy buena idea comprar snacks desde nuestro país de origen, ya que allá la diversidad es poca y son carísimos.
  • Atentos en el camino, el recorrido tiene paisajes increíbles.
  • No tomen riesgos estúpidos, tomen fotos desde los lugares permitidos. El viento es bastante fuerte y el oleaje violento. No vale la pena arriesgarse por una foto. En lo que estuvimos allá, escuchamos de personas que murieron por una foto.
  • Y por último:

El itinerario que planeamos en resumen:


Día 1: Llegar al aeropuerto, ir a Blue Lagoon y visitar unos lugares cercanos al aeropuerto antes de llegar a Reykjavic (ver mapa, zonas en amarillo). Planeábamos visitar el puente Leif the Lucky (que une las placas tectónicas de América y Eurasia) y el volcán Fagradalsfjall. Sin embargo, solo fuimos a Blue Lagoon porque no nos quisimos salir del agua tan rápido.

Día 2: Dedicado a Jökulsárlón, que es un glaciar gigante que queda en el extremo oriente del sur de la isla. No hicimos más porque queda a 5 horas en carro de Reykjavic.

Día 3: Cascada Svartifoss en Skaftefell, cañón Fjaðrárgljúfur, Black Sand Beach en Vík, y cascada Skógafoss (zonas azules en el mapa)

Día 4: Golden Circle (zonas en verde en el mapa): Cráter Kerið, cascada Gulfoss, Geysir, parque Þingvellir (Thingvellir, donde está nuevamente la separación de las placas tectónicas e inclusive es posible bucear entre ellas, y más cascadas).

En el mapa hay una zona en morado que queríamos hacer, pero no nos dio el tiempo. Tal vez con más días, se hubiera logrado. Y aún con más días, hubiéramos podido explorar la zona norte de la isla. Lo bueno es que queda la promesa de regresar para verlo todo.

Ahora si, en detalle y con fotos:

Día 1:

Al llegar al aeropuerto, buscamos la agencia con la que alquilamos el carro por €142, y salimos a buscar comida. Encontramos los famosos perros calientes en Pulsuvagninn y costaban €3,5 (500 IKC).

Decidimos ir al Blue Lagoon de primero porque queda a 20 km del aeropuerto y según nuestro itinerario, no íbamos a pasar más por esta zona. Aunque es una laguna artificial, el agua es calentada naturalmente gracias a la actividad geotérmica. Con artificial, me refiero a que la laguna no existía por sí misma ahí, se construyó esta "piscina" y se inundó con agua geotermal que ya estaba naturalmente (agua del océano y dulce que se encontró a 1981 m dentro de la tierra, donde  el calor y la presión extrema, crearon el agua de mar geotérmica). El agua sale a la superficie a través de pozos de extracción geotérmica y se enriquece con sílice, algas y minerales. Son 9 millones de litros a 38ºC y cada 40 horas se renueva completamente el agua de la laguna

La entrada cuesta €45 por persona en el paquete básico. Incluye una toalla, una bebida (la que quieras), mascarilla de barro, baños turcos, lockers para tus cosas, y shampoo, jabón y acondicionador. Por nada del mundo mojen su cabello en el agua del Blue Lagoon, tiene muchos minerales que te pueden resecar el cabello. De hecho, recomiendan aplicarse bastante acondicionador y recogerlo antes de ingresar a la laguna.

El plan era visitar dos cosas más en esa zona antes de llegar a Reykjavic, pero nos quisimos quedar lo máximo posible dentro del agua.


Si tuviera la oportunidad, visitaría primero el puente y el volcán, antes de ir a Blue Lagoon, porque sabes a qué hora entras, pero nunca a qué hora sales.


Después de varias horas en el agua de Blue Lagoon, fuimos a cenar a Reykjavic en  101 Reykjavik Street Food. Solo tienen 6 platos en el menú, es comida típica de Islandia y todos cuestan €13 (1850 ISK). En mi opinión personal,  estaban bien para el precio y para probar algo local, pero no es la mejor comida que tuve en el viaje. Aprovechamos para conocer la ciudad de noche (porque a las 6 PM ya está oscuro), y vimos la impresionante catedral Hallgrímskirkja, construida en 1986. Luego tomamos unas cervezas en Prikið, un bar local donde cada cerveza cuesta casi €8 (precio normal en Islandia). Esa noche dormimos en Reykjavic, en un Idglo Guesthouse donde costaba €21 la noche. No es el hostal más moderno de todos, pero tenía parqueadero gratis, estaba bien ubicado y era cómodo.

Día 2:

Salimos muy temprano de Reykjavic con destino Jökulsárlón. Son 380 km y nos tomó como 6 horas porque hicimos algunas paradas en el camino. Jökulsárlón es el glaciar más grande y más conocido de Islandia. Al lado hay un lago lleno de icebergs, y tiene la famosa Diamond Beach, se llama así porque son playas de arena negra que dan a este lago, y tiene muchos pedazos de hielo de los icebergs sobre ella, entonces este contraste da la impresión de que la playa estuviera con diamantes por encima. Películas como Tomb Raider, Batman Begins y Die Another Day grabaron algunas de sus escenas aquí.


Al llegar, vimos que hay varios tours disponibles para hacer en el lugar. Algunos son navegando, otros en unas camionetas con llantas gigantes para ir al glaciar (pueden durar entre 3 y 6 horas). Tuvimos suerte de encontrar cupos en los tours, ya que muchas veces se posponen por condiciones climáticas y de pronto al llegar ya no hay cupos. Lo mejor es reservarlos unos días antes, así aseguras tu cupo en el que quieres. El tour que tomamos costaba €130 (19500 ISK), incluía el camino en la camioneta gigante, caminata de 45 minutos y entrada a las cuevas de hielo. Este tour NO es posible hacerlo por cuenta propia porque el camino que hay desde el parqueadero hasta donde empieza la caminata es MUY extremo para un carro o una camioneta normal. Duró unas 3 horas y valió la pena. Antes de llegar al glaciar, se ve el paisaje donde grabaron algunas escenas de Interstellar.

En el camino, nos encontramos con rios que bajan directamente del glaciar y ¡¡es posible tomar su agua!!


Algo especial del Jökulsárlón, es que sus glaciares están compuestos naturalmente por agua y por ceniza volcánica, ya que precisamente este glaciar se encuentra sobre un volcán.

Como el Jökulsárlón era el lugar turístico que estaba más lejos del aeropuerto, la idea era llegar ahí, visitar y seguir visitando otros lugares en el camino de regreso. Por eso, nos hospedamos en un apartamento que rentamos por Airbnb en Kalfafell. Estaba bastante cómodo, pero en medio de la nada. Pagamos €140 la noche por todo el apartamento para 4 personas.


Fuimos a cenar a Systrakaffi, que era el único restaurante abierto cerca de donde nos íbamos a quedar a dormir. Por una cerveza, una entrada y una sopa pagué €30 (4500 ICK). La comida estaba rica y el lugar estaba bonito. Mi consejo es que paguen con los ojos entrecerrados para que no sufran, a la final, todo está caro.


Esa noche, según la aplicación My Aurora, había probabilidad de verlas desde donde estábamos. Fue buena idea quedarnos "en medio de la nada", porque no había contaminación lumínica. Logramos identificar las auroras boreales al inicio desde nuestras cámaras, porque de manera inicial, no sabíamos si eran nubes que se ven claritas o las mismísimas auroras boreales. Después, no hubo duda. Su color verde era evidente, y bailaban en el cielo. No duró mucho este espectáculo ante nuestros ojos, pero las cámaras las seguían captando, ellas seguían ahí pero el ojo humano no está preparado para reconocerlo. La recomendación, es que los lentes de las cámaras tengan bastante tiempo de exposición, para que logren capturar sus luces.




Día 3:

Regresamos un poco en dirección oriente, ya que nos había faltado una cascada que queríamos ver el día anterior, pero como hay poca luz solar, no alcanzamos. Más o menos a 20 minutos de donde nos hospedamos, parqueamos el carro en Svartifoss. Aquí hay que bajarse y caminar unos 2 km cuesta arriba para llegar a la cascada. Esta cascada es bien especial porque está rodeada por columnas basálticas negras de origen volcánico. Dichas columnas tienen una forma hexagonal porque se formaron a través de un proceso de cristalización muy lento de la lava volcánica.

Luego nos fuimos hacia el occidente nuevamente, para ir parando en los demás sitios de interés. Pero primero, buscamos dónde almorzar. Entramos a una estación de gasolina llamada Skaftárskáli, donde nos atendieron ¡¡¡en español!!!. No esperaba mucho de una estación de gasolina pero estuvo muy rica la comida.
De ahí, seguimos hacia el cañón Fjaðrárgljúfur. Aparentemente, donde parqueas el carro se ve el cañón y ya. Pero vale MUCHO la pena caminar cuesta arriba, el paisaje es increíble desde arriba. Este cañón puede tener hasta 100 m de profundidad, y el rio que lo atraviesa sigue y seguirá erosionándolo, lo que le da lugar a la belleza del lugar. Los videos de I'll show you de Justin Bieber y Jumpsuits de Twenty One Pilots fueron grabados aquí.



En el recorrido, paramos en Vik, un pueblito al lado de la carretera y nos bajamos a ver las playas de arena negra. El viento y el oleaje son violentos. Vimos un helicóptero buscando algo en el mar, y luego leímos la noticia que contaba la búsqueda del cuerpo de una turista que le dio la espalda al mar mientras se tomaba una foto, fue golpeada por una ola y nunca regresó. El consejo es que no se acerquen mucho al agua, es engañosa y de repente puede venir una ola que te tumba.


Nuestra última parada antes de la cena, fue en Skógafoss. Es una cascada impresionante de 60 m de alto. Cuenta la leyenda, que el primer vikingo que colonizó la zona (Þrasi Þórólfsson), enterró un tesoro en una cueva detrás de la cascada. En el siglo 17, unos hombres del lugar intentaron sacar el cofre, pero solo pudo agarrar el aro de uno de los lados, amarró el cofre con una cuerda de ahí y al sacarlo, se soltó, perdiendo el cofre para siempre. Solo quedó atado el aro y se usó para la puerta de la antigua iglesia. Hoy en día, el presunto aro (sin saber si es real), se exhibe en el museo de Skógar.


Esta era nuestra penúltima noche, y decidimos buscar un lugar especial para cenar, cerca de Selfoss, que es donde nos hospedamos. El restaurante se llama Ingólfsskáli, tiene decoración al estilo vikingo y ofrecen pocos platos en su carta, todos muy locales y típicos. En este momento me estoy dando cuenta que pagué €60 por un plato de comida, un shot de un licor local (que te lo sirven en copitas vikingas) y una bebida de Hidromiel. ¿Qué es Hidromiel? Según la mesera, es algo intermedio entre cerveza y cidra, sabe rico. Pero la leyenda dice, que era el único alimento del dios Odín. Dicen las sagas vikingas, que  estaba bebida se consumía durante toda la eternidad en la vida después de la muerte en el paraíso del Valhalla.


Por supuesto, en su momento pagué con los ojos cerrados porque sabía que iba a ser costoso, pero valió muchísimo la pena. La comida estaba deliciosa, el ambiente era bastante particular y el servicio muy bueno.



De ahí, nos fuimos a probar los famosos helados islandeses en Ísbúð Huppu. Pedí en Bragdarefur (un primo del Mc Flurry, pero más rico) pequeño (que es bastante grande, como para dos personas), con Oreo, Nutella y fresas. Me pareció muy rico y costaba €7,5 (1150 ISK).

Finalmente, fuimos al hotel Eldhestar donde pagamos €133 por una habitación para nosotros 4. Incluía desayuno tipo buffet (el mejor desayuno de todo el paseo) y era muy cómodo y bonito el hotel.

Día 4:

El día del famoso Golden Circle. Al ser bastante popular y turístico, se puede hacer en tour desde €50, pero esto no tiene sentido si tienes carro, puedes hacerlo por ti mismo. El Golden Circle está diseñado para el turismo. Casi todas las atracciones se visitan desde el carro, te bajas, caminas un poco y tomas fotos. Hay donde comer en todo el recorrido (carísimo, porque está diseñado para el turismo), por eso nosotros íbamos preparados con snacks, además de que estábamos cansados de gastar tanto dinero jaja.

Este día no madrugamos, ya que estábamos cerca ce la primera parada y queríamos verla con luz solar (obvio jaja). Iniciamos la ruta del Golden Circle en el cráter Kerið, donde se paga €2,7 (400 IKC) por persona para entrar. El recorrido es bastante corto, se sube hasta el borde del cráter, se camina por todo el borde y se desciende hasta el lago que está en el fondo. Este cráter tiene aproximadamente 3000 años de antigüedad y a diferencia de todos los otros lugares que vimos, su tierra es roja.

La siguiente parada es Gullfoss (o cascada dorada), la más grande que vimos en nuestro recorrido. En este lugar hay un restaurante, tienda de souvenirs y baños. Se puede caminar por unas pasarelas hacia arriba y abajo de la cascada, algunos tramos están cerrados en invierno cuando se congelan algunos caminos.


El tercer destino del día era Geysir. Tal vez conozcan esta palabra por parques como Yellowstone, pero el "original" está en Islandia. Con original, me refiero a que la palabra es islandesa y a que es el gesyser conocido con mayor antigüedad. Lamentablemente, el papá de los geysers (Geysir) está inactivo hace muchos años por los residuos arrojados por los turistas; anteriormente, erupcionaba agua a 80 m de altura. Hoy en día es posible ver a su hermano menor Strokkur, quien lanza agua hirviendo a aproximadamente 20 m de altura cada 6-10 minutos. A mí personalmente todavía me parece impresionante que salga agua hirviendo desde la tierra, teniendo cascadas de agua helada tan cerca.


El último destino turístico, fue el parque Þingvellir (se pronuncia Thingvetlir), donde pasamos 3 horas porque hay bastante para ver y caminar (comparado con los otros lugares del Golden Circle). Este parque es importante tanto geológicamente como históricamente para los Islandeses. Por un lado, es de los pocos lugares en el mundo donde se ve a simple vista el encuentro de dos placas tectónicas. Por otro lado, es donde hacia el año 930 D.C. se instaló el  Alþingi (el parlamento más antiguo del mundo), y se llevaban a cabo las sesiones del parlamento democrático de los vikingos. Se reunían en este valle en el verano para tomar decisiones. En este lugar se decidió que los vikingos se convertirían al cristianismo, sin abandonar sus creencias en sus dioses paganos, pero pasarían a ser parte del relato popular.


Parqueamos el carro en el parqueadero 1 y empezamos a caminar desde Hakið, donde se ve una panorámica de todo el lugar. Seguimos hacia Almannagjá (aquí se grabaron algunas escenas de Game of Thrones), que es una pasarela entre las placas tectónicas de América y Eurasia, dichas placas se separan 2,5 cm por año. Llegamos luego a Öxarárfoss, una cascada bellísima que a medida que llega el invierno, se va congelado por partes. De ahí, regresamos por Silfra, una fisura entre las placas tectónicas de América y Eurasia que se inundó con agua glaciar y se ve el fondo a través del agua. Hoy en día se ofrece bucear en este lugar y te dan traje especial para que no sientas (tanto) frio. Cuando regrese a Islandia, voy a bucear ahí. Debe ser increíble la experiencia de bucear entre dos continentes, con agua tan clara. Finalmente, regresamos al parqueadero 1 y entramos a la cafetería por chocolate caliente una dona islandesas (que me sabían muy parecido a un buñuelo colombiano trasnochado), por esto pagué €6.


Finalmente, regresamos a Reykjavic porque teníamos boletos para el concierto de "Of Monsters and Men", una banda de indie islandesa que se popularizó por su sencillo Little Talks. Pero antes de esto, fuimos por nuestro último perro caliente a Bæjarins Beztu, un puestito callejero de perros calientes islandeses, donde tienen una foto de Bill Clinton comiendo perro caliente; dicen que los de Metallica también comieron ahí.

Al día siguiente, muy temprano, tomamos el vuelo de regreso. Me hubiera gustado pasar más tiempo en Reykjavic, hacer algún walking tour y conocerla de día. Pero esto será para otra oportunidad.


Para mi sorpresa, hay vuelos directos desde varias partes del mundo. Esto lo vi en el aeropuerto y solo considera la aerolínea Islandair, pero sé que también llegan algunas low-cost como Wizz Air, Ryan Air e Easy Jet.


Definitivamente es un viaje que vale la pena, yo iba inicialmente solo a ver las auroras boreales, pero a la final disfruté cada segundo del viaje (menos cuando tenía que pagar cosas costosas jaja). Es impresionante la diversidad de sus paisajes, a pesar de que hay poca vegetación. Tiene paisajes muy surreales, que parecen de otro planeta. Tal vez por eso han grabado tantos videos y películas en este país. Si, hace frío, pero vale la pena. Solo hay que asegurarse de ir con la ropa y los zapatos adecuados.



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